Objeto del mes: El Joyero (NGC 4755)
Empezamos marzo con un clásico de los cielos australes. Su designación más popular es “El Joyero”, aunque también se lo llama “La caja de joyas”, el cúmulo de Kappa Crucis o se lo refiere por sus designaciones en los distintos catálogos: NGC 4755, C 94, Cr 264 o Mel 114. Es un cúmulo abierto en la constelación de Crux, y es un objeto al que vuelvo cada vez que tengo ocasión porque fue el primer cúmulo abierto que vi cuando estaba dando mis primeros pasos en esto de observar los cielos así que le guardo un cariño especial.
Como a otros objetos australes, fue Nicolas Louis de Lacaille el primero en registrarlo como un cúmulo abierto entre 1751 y 1752, mientras realizaba observaciones astrómetricas desde el Cabo de Buena Esperanza en Sudáfrica. Sin embargo, fue John Herschel quien además de registrar las posiciones de más de cien miembros del cúmulo entre 1834 y 1838, lo bautizó con su designación popular al compararlo con “una hermosa pieza de joyería elegante”, debido al colorido de las estrellas que lo componen.
El Joyero tiene un tamaño aproximado de 20 años luz y es uno de los cúmulos más jóvenes que conocemos, con una edad estimada de 14 millones de años. Contiene unas 100 estrellas, entre ellas varias supergigantes y algunas de las estrellas más brillantes de la Vía Láctea, con una masa estimada entre 15 y 20 masas solares. Encuadrando la parte central del cúmulo, se encuentra un asterismo en forma de A, compuesto por varias estrellas notables. La más brillante es HD 11904, una supergigante de tipo espectral B9 y magnitud aparente 5,77 que se sospecha que es una estrella variable y que ocupa el lugar de la “punta” de la A. Las “piernas” de la A son otras dos supergigantes azules: HD 111990, de magnitud 6,77 y tipo espectral B1/2; y la estrella Kappa Crucis (que presta su nombre al cúmulo), de magnitud 5,98 y tipo espectral B3. En el centro del cúmulo, haciendo de la “barra” de la A encontramos a cuatro estrellas, dentro de las que se destaca DU Crucis, una supergigante roja de tipo espectral M2 que varía de manera irregular entre magnitudes 7,1 y 7,6.
El Joyero es un objeto muy sencillo de encontrar, lo que lo hace ideal para aquellos aficionados que están iniciándose en la observación astronómica, así que es un clásico del curso de Manejo de telescopios de la Asociación. Para hacerlo, empezamos buscando la constelación de la Cruz del Sur. La podemos distinguir de las demás “cruces” de esa zona del cielo porque es la que está siendo señalada por “el puntero”, el asterismo compuesto por Rigil Kentaurus y Hadar (Alfa y Beta Centauri, respectivamente). Ya dentro de la constelación de Crux ubicamos a la estrella Mimosa (Beta Crucis), el “brazo” del este de la cruz, y la apuntamos con el buscador. Dentro del campo visual veremos a Mimosa, y aproximadamente 1° hacia el sudeste encontraremos un pequeño grupito de estrellas de forma triangular. Ese es el Joyero, si lo centramos en el buscador debería aparecer en nuestro ocular.
Si el cielo es lo suficientemente oscuro, podremos verlo a simple vista como una estrella más, cerca de Mimosa. Con binoculares, al Joyero lo veremos como un grupito de estrellas muy compacto y ligeramente tenue, de forma triangular, “apuntando” a Mimosa; y del que es difícil llegar a distinguir de manera individual a las estrellas que lo componen. Usando 30x al cúmulo se lo verá pequeñito, pero se llegan a contar seis estrellas bien brillantes formando el asterismo de la “A”, con la estrella DU Crucis claramente distinguible en el centro por su color rojizo, y muy tenues de fondo podremos distinguir a varias más. Con 75x se llegan a contar ocho estrellas en el asterismo de la A, más una veintena de estrellas de mayor magnitud en los alrededores, de colores sutiles entre los rojos y los azules.
Ficha técnica:
Tipo de objeto: Cúmulo abierto
Constelación: Crux
Ascensión recta: 12h 53m 42s
Declinación: -60° 21’ 43”
Magnitud aparente: +4,2
Tamaño angular: 10’
Distancia: 6400 años luz
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| El Joyero (NGC 4755) - Crédito: ESO/Y. Beletsky. |
Como a otros objetos australes, fue Nicolas Louis de Lacaille el primero en registrarlo como un cúmulo abierto entre 1751 y 1752, mientras realizaba observaciones astrómetricas desde el Cabo de Buena Esperanza en Sudáfrica. Sin embargo, fue John Herschel quien además de registrar las posiciones de más de cien miembros del cúmulo entre 1834 y 1838, lo bautizó con su designación popular al compararlo con “una hermosa pieza de joyería elegante”, debido al colorido de las estrellas que lo componen.
El Joyero tiene un tamaño aproximado de 20 años luz y es uno de los cúmulos más jóvenes que conocemos, con una edad estimada de 14 millones de años. Contiene unas 100 estrellas, entre ellas varias supergigantes y algunas de las estrellas más brillantes de la Vía Láctea, con una masa estimada entre 15 y 20 masas solares. Encuadrando la parte central del cúmulo, se encuentra un asterismo en forma de A, compuesto por varias estrellas notables. La más brillante es HD 11904, una supergigante de tipo espectral B9 y magnitud aparente 5,77 que se sospecha que es una estrella variable y que ocupa el lugar de la “punta” de la A. Las “piernas” de la A son otras dos supergigantes azules: HD 111990, de magnitud 6,77 y tipo espectral B1/2; y la estrella Kappa Crucis (que presta su nombre al cúmulo), de magnitud 5,98 y tipo espectral B3. En el centro del cúmulo, haciendo de la “barra” de la A encontramos a cuatro estrellas, dentro de las que se destaca DU Crucis, una supergigante roja de tipo espectral M2 que varía de manera irregular entre magnitudes 7,1 y 7,6.
El Joyero es un objeto muy sencillo de encontrar, lo que lo hace ideal para aquellos aficionados que están iniciándose en la observación astronómica, así que es un clásico del curso de Manejo de telescopios de la Asociación. Para hacerlo, empezamos buscando la constelación de la Cruz del Sur. La podemos distinguir de las demás “cruces” de esa zona del cielo porque es la que está siendo señalada por “el puntero”, el asterismo compuesto por Rigil Kentaurus y Hadar (Alfa y Beta Centauri, respectivamente). Ya dentro de la constelación de Crux ubicamos a la estrella Mimosa (Beta Crucis), el “brazo” del este de la cruz, y la apuntamos con el buscador. Dentro del campo visual veremos a Mimosa, y aproximadamente 1° hacia el sudeste encontraremos un pequeño grupito de estrellas de forma triangular. Ese es el Joyero, si lo centramos en el buscador debería aparecer en nuestro ocular.
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| El Joyero en un campo de 30° |
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| El Joyero en un campo de 8° |
Si el cielo es lo suficientemente oscuro, podremos verlo a simple vista como una estrella más, cerca de Mimosa. Con binoculares, al Joyero lo veremos como un grupito de estrellas muy compacto y ligeramente tenue, de forma triangular, “apuntando” a Mimosa; y del que es difícil llegar a distinguir de manera individual a las estrellas que lo componen. Usando 30x al cúmulo se lo verá pequeñito, pero se llegan a contar seis estrellas bien brillantes formando el asterismo de la “A”, con la estrella DU Crucis claramente distinguible en el centro por su color rojizo, y muy tenues de fondo podremos distinguir a varias más. Con 75x se llegan a contar ocho estrellas en el asterismo de la A, más una veintena de estrellas de mayor magnitud en los alrededores, de colores sutiles entre los rojos y los azules.
Ficha técnica:
Tipo de objeto: Cúmulo abierto
Constelación: Crux
Ascensión recta: 12h 53m 42s
Declinación: -60° 21’ 43”
Magnitud aparente: +4,2
Tamaño angular: 10’
Distancia: 6400 años luz
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