Objeto del mes: Cúmulo de Ptolomeo (M 7)
Continuando con la recorrida por las cercanías de la cola del Escorpión, de a poco despidiéndonos de esta región del cielo dado que cada vez está más hacia el oeste al anochecer y pronto dejaremos de verla por este año; después de visitar el Cúmulo de la mariposa (M 6) el mes pasado resulta imposible no detenerse en su vecino cercano y más grande.
Se trata de M 7, también llamado el Cúmulo de Ptolomeo porque fue el propio Claudio Ptolomeo quien en el año 130 lo registró y catalogó por primera vez en el Almagesto, describiendolo como “un cúmulo nebuloso siguiendo al aguijón de Escorpio”. Siglos después, nuestro amigo Giovanni Batista Hodierna lo observó cerca de 1654 y contó 30 estrellas en él, y en 1764 Charles Messier lo agregó como séptimo miembro a su famoso catálogo de objetos que no debían confundirse con cometas.
El Cúmulo de Ptolomeo se estima que se formó a partir de una nube de gas y polvo hace unos 220 millones de años. Tiene una masa aproximada de 735 veces la del Sol, un diámetro real de unos 24 años luz y se acerca a nosotros a una velocidad de 14 km/s. La estrella más brillante del cúmulo es HD 162587, una gigante amarilla del tipo espectral G8 y de magnitud aparente 5,6. Uno de los motivos por los que este cúmulo se destaca es que muchas de sus estrellas están llegando al final de sus vidas, y eso hace que se expandan a proporciones gigantes y se tornen cientos de veces más brillantes que el Sol, haciéndolas visibles a través de grandes distancias. Los miembros más brillantes de este cúmulo eventualmente terminarán su vida en violentas explosiones de supernova, mientras que las demás estrellas gradualmente se irán dispersando hasta que ya no formen un cúmulo. M 7 también contiene cuatro estrellas magnéticas del tipo Ap/Bp: HD 162305, HD 162576, HD 162725, and HD 320764. Este tipo de estrellas químicamente peculiares (a eso se debe la “p”) se diferencian de los tipos A y B regulares en que muestran una sobreabundancia de algunos metales como el estroncio, cromo, europio, praseodimio y neodimio; y también tienen una velocidad de rotación mucho más lenta y campos magnéticos mucho más fuertes.
Encontrar al Cúmulo de Ptolomeo en el cielo es muy sencillo. Ubicamos la constelación de Escorpio, fácilmente distinguible por su estrella roja brillante Antares. Siguiendo hacia la cola del escorpión, se encuentran las estrellas Iota Scorpii, Kappa Scorpii y G Scorpii, que forman un triángulo que “apunta” a M7 como si fuera una flecha. Siguiendo la dirección de G Scorpii, encontraremos a M 7 a una distancia aproximadamente similar al tamaño del triángulo mencionado. El tránsito de este objeto por el meridiano sucede cerca de las 18:30 en esta época del año, por lo que ya lo encontraremos alto en el cielo apenas oscurezca, y se irá poniendo hacia el oeste a medida avance la noche.
A M 7 se lo puede distinguir a simple vista desde cielos relativamente oscuros como una mancha nebulosa, y con binoculares se lo ve bastante grande, con numerosas estrellas brillantes dispersas, cercanas a la docena y de forma ovalada. Utilizando el telescopio con 30x lo veremos como una agrupación de estrellas bastante notable que ocupa más de la mitad del campo visual, en la que podremos contar un poco más de una veintena de estrellas brillantes juntas, que en su mayoría son estrellas blancas y azules y donde se destaca una estrella que parece ligeramente rojiza, mientras que de fondo se notan otras estrellas más tenues. Usando 75x el cúmulo ocupa todo el campo visual, la estrella que parecía roja se ve claramente roja y se ven un montón de estrellas brillantes, en su mayoría azules, junto a grupos más tenues que se apreciarían mejor en un cielo más oscuro. Desde el cielo de Buenos Aires es fácilmente distinguible y es uno de los objetos clásicos con los que se inician los alumnos del curso de manejo de telescopios de la Asociación.
Ficha técnica:
Tipo de objeto: Cúmulo abierto
Constelación: Scorpius
Ascensión recta: 17h 53m 51s
Declinación: -34° 47' 34"
Magnitud aparente: +3,3
Tamaño angular: 80’
Distancia: 980 años luz
M 7 por Pablo Sevillano. Utilizada con permiso del autor. |
Se trata de M 7, también llamado el Cúmulo de Ptolomeo porque fue el propio Claudio Ptolomeo quien en el año 130 lo registró y catalogó por primera vez en el Almagesto, describiendolo como “un cúmulo nebuloso siguiendo al aguijón de Escorpio”. Siglos después, nuestro amigo Giovanni Batista Hodierna lo observó cerca de 1654 y contó 30 estrellas en él, y en 1764 Charles Messier lo agregó como séptimo miembro a su famoso catálogo de objetos que no debían confundirse con cometas.
El Cúmulo de Ptolomeo se estima que se formó a partir de una nube de gas y polvo hace unos 220 millones de años. Tiene una masa aproximada de 735 veces la del Sol, un diámetro real de unos 24 años luz y se acerca a nosotros a una velocidad de 14 km/s. La estrella más brillante del cúmulo es HD 162587, una gigante amarilla del tipo espectral G8 y de magnitud aparente 5,6. Uno de los motivos por los que este cúmulo se destaca es que muchas de sus estrellas están llegando al final de sus vidas, y eso hace que se expandan a proporciones gigantes y se tornen cientos de veces más brillantes que el Sol, haciéndolas visibles a través de grandes distancias. Los miembros más brillantes de este cúmulo eventualmente terminarán su vida en violentas explosiones de supernova, mientras que las demás estrellas gradualmente se irán dispersando hasta que ya no formen un cúmulo. M 7 también contiene cuatro estrellas magnéticas del tipo Ap/Bp: HD 162305, HD 162576, HD 162725, and HD 320764. Este tipo de estrellas químicamente peculiares (a eso se debe la “p”) se diferencian de los tipos A y B regulares en que muestran una sobreabundancia de algunos metales como el estroncio, cromo, europio, praseodimio y neodimio; y también tienen una velocidad de rotación mucho más lenta y campos magnéticos mucho más fuertes.
Encontrar al Cúmulo de Ptolomeo en el cielo es muy sencillo. Ubicamos la constelación de Escorpio, fácilmente distinguible por su estrella roja brillante Antares. Siguiendo hacia la cola del escorpión, se encuentran las estrellas Iota Scorpii, Kappa Scorpii y G Scorpii, que forman un triángulo que “apunta” a M7 como si fuera una flecha. Siguiendo la dirección de G Scorpii, encontraremos a M 7 a una distancia aproximadamente similar al tamaño del triángulo mencionado. El tránsito de este objeto por el meridiano sucede cerca de las 18:30 en esta época del año, por lo que ya lo encontraremos alto en el cielo apenas oscurezca, y se irá poniendo hacia el oeste a medida avance la noche.
A M 7 se lo puede distinguir a simple vista desde cielos relativamente oscuros como una mancha nebulosa, y con binoculares se lo ve bastante grande, con numerosas estrellas brillantes dispersas, cercanas a la docena y de forma ovalada. Utilizando el telescopio con 30x lo veremos como una agrupación de estrellas bastante notable que ocupa más de la mitad del campo visual, en la que podremos contar un poco más de una veintena de estrellas brillantes juntas, que en su mayoría son estrellas blancas y azules y donde se destaca una estrella que parece ligeramente rojiza, mientras que de fondo se notan otras estrellas más tenues. Usando 75x el cúmulo ocupa todo el campo visual, la estrella que parecía roja se ve claramente roja y se ven un montón de estrellas brillantes, en su mayoría azules, junto a grupos más tenues que se apreciarían mejor en un cielo más oscuro. Desde el cielo de Buenos Aires es fácilmente distinguible y es uno de los objetos clásicos con los que se inician los alumnos del curso de manejo de telescopios de la Asociación.
Ficha técnica:
Tipo de objeto: Cúmulo abierto
Constelación: Scorpius
Ascensión recta: 17h 53m 51s
Declinación: -34° 47' 34"
Magnitud aparente: +3,3
Tamaño angular: 80’
Distancia: 980 años luz
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