Objeto del mes: Las Pléyades (M 45)

Continuando nuestro recorrido por los cielos de verano, hoy le toca el turno a uno de los cúmulos abiertos más bellos. Se trata de las Pléyades, también conocido popularmente como “las siete hermanas” o “las siete cabritas”, o M 45, Cr 42 o Mel 22 en las designaciones más “oficiales” de los distintos catálogos estelares. Es uno de los cúmulos abiertos más cercanos y visibles a simple vista, por lo que ha ocupado un importante lugar en las distintas mitologías y culturas a lo largo de la historia. El nombre “Pléyades” deriva de la mitología griega y se refiere a siete hermanas (Maia, Electra, Alcíone, Táigete, Estérope, Celeno, y Mérope), hijas del titán Atlas y la ninfa Pleíone. De hecho, la palabra griega “Pleiades” significa literalmente “hijas de Pleíone”, aunque se cree que es probable que el nombre del cúmulo sea anterior y Pleíone haya sido inventada posteriormente para explicarlo.

Las Pléyades (M 45) - Crédito: Enrique Rubinstein
Las Pléyades (M 45) - Crédito: Enrique Rubinstein.

Si bien las Pléyades ya eran conocidas en la antigüedad, Galileo Galilei fue el primer astrónomo en observar las Pléyades a través de un telescopio y descubrir que el cúmulo contiene varias estrellas demasiado tenues para ser vistas a ojo desnudo. Publicó sus observaciones en su tratado “Sidereus Nuncius” en marzo de 1610, junto con un boceto de las Pléyades mostrando 36 estrellas. Charles Messier midió la posición del cúmulo y lo incluyó como M 45 en su catálogo de 1771, y Edme-Sébastien Jeaurat dibujó en 1782 un mapa de las Pléyades conteniendo 64 estrellas basado en sus observaciones de 1779, que fue publicado en 1786.

Las Pléyades es un cúmulo abierto de unos doce años luz de diámetro y está compuesto por aproximadamente entre 500 y 1000 estrellas, que en su mayoría son jóvenes azules y calientes del tipo espectral B formadas en los últimos 100 millones de años. Estas estrellas -de las cuales hasta ocho pueden observarse a simple vista dependiendo de las condiciones atmosféricas- se encuentran inmersas en una nebulosa de reflexión que originalmente se creía que se trataba de material remanente de la formación del cúmulo, pero actualmente se piensa que probablemente se trata de una nube de polvo en el medio interestelar que las estrellas del cúmulo están atravesando y con la que no tienen relación. Se estima que el cúmulo sobrevivirá por otros 250 millones de años, después de los cuales se dispersará debido a las interacciones gravitatorias entre las estrellas del cúmulo y otros objetos vecinos. El cúmulo también contiene muchas enanas marrones, que se estima que constituyen hasta un 25% de la población del mismo, aunque sólo contribuyen con aproximadamente un 2% de la masa total.

Ubicar a las Pléyades en el cielo es fácil, puesto que son visibles a ojo desnudo incluso desde cielos bastante contaminados. Comenzamos tomando como punto de partida a la constelación de Orión, principalmente el asterismo conocido como “el cinturón de Orión” o “las tres Marías”, compuesto por las estrellas Mintaka, Alnilam y Alnitak (Delta Orionis, Épsilon Orionis y Zeta Orionis, respectivamente). Yendo hacia el noroeste, en la dirección en la que parece apuntar el cinturón de Orión, a unos 20° encontraremos a Aldebarán, una estrella rojiza bastante brillante y fácil de distinguir. Siguiendo en la misma dirección, aunque ligeramente más hacia el sur, a unos 15° encontraremos a las Pléyades, que se verá como un grupito tenue de varias estrellas bastante cercanas entre sí. El tránsito de las Pléyades por esta época se produce alrededor de las 22:00, de modo que ya las encontraremos altas en el cielo apenas oscurezca.

Las Pléyades en un campo de 50°
Las Pléyades en un campo de 50°
  
Las Pléyades en un campo de 20°
Las Pléyades en un campo de 20°

Las Pléyades pueden observarse fácilmente a ojo desnudo, cubriendo en total casi 2° del cielo. Debido a su gran tamaño aparente, como mejor se las aprecia es con unos binoculares 10x50, con telescopios pequeños usando bajos aumentos o incluso con un buscador 9x50. Las veremos ocupar gran parte del campo visual, con sus estrellas principales bien brillantes y azuladas y fácilmente distinguibles entre las decenas de estrellas más tenues que se hacen visibles contrastando con el fondo oscuro del cielo. En telescopios más grandes y con mayores aumentos no podremos ver el cúmulo entero, por lo que perderá un poco de su belleza; pero podremos distinguir varias estrellas adicionales que de otra manera no eran visibles, e incluso -desde cielos bien oscuros- podremos distinguir un poco de la nebulosidad que las rodea.

Ficha técnica:
Tipo de objeto: Cúmulo abierto
Constelación: Taurus
Ascensión recta: 3h 47m 24s
Declinación: +24° 07' 32"
Magnitud aparente: +1,6
Tamaño angular: 110’
Distancia: 444 años luz

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