Superluna rosa

Varios de mis contactos en las redes sociales estuvieron compartiendo la noticia sobre la "superluna rosa" de hoy y un par de ellos me consultaron al respecto, así que como un servicio a la comunidad, me voy a permitir aclarar un poco los tantos.

"Superluna" es un término bastante marketinero que se empezó a usar en EE. UU. y luego se imitó acá para referirse a la luna llena que coincide con el perigeo, que es el momento en el que la Luna está en el punto de su órbita más cercano a la Tierra. Por ese motivo, la Luna se ve más grande y brillante que lo habitual. ¿Pero cuánto más? La órbita de la Luna no es muy excéntrica, se aproxima bastante a un círculo, por lo que no hay mucha diferencia en la distancia a la Tierra entre el perigeo y el apogeo, que es cuando la Luna está en el punto más lejano de su órbita. Como resultado de eso, durante la "superluna" el disco lunar se ve aproximadamente un 14% más grande que la "microluna", que es la Luna cuando se encuentra en el apogeo y la vemos del menor tamaño posible. Es una diferencia considerable pero apenas perceptible a simple vista, para notarla realmente uno tendría que ponerse a comparar fotos de la luna "normal" con fotos de la "superluna", una al lado de la otra.

Por eso decía que el término "superluna" es bastante marketinero. Si uno fuera a una pizzería que ofrece una "superpizza" y la pidiese, esperaría recibir una pizza bastante más grande que la común. Si suponemos que una pizza común mide unos 40 centímetros de diámetro, una "superpizza" un 14% mayor mediría 45,6 centímetros de diámetro. Cada porción tendría apenas unos 3 centímetros "extra", que es más o menos el espesor del "tronquito", el bordecito de masa hasta donde empieza el queso que algunos impíos descartan y dejan en el plato. Si esa fuese la "superpizza", uno tendría derecho a sentirse estafado y reclamarle al mozo.

Comparación entre la "microluna" y la "superluna"
Comparación de escala entre la "microluna" y la "superluna". La foto de la Luna es de Mike Petrucci en Unsplash.

Finalmente, la parte de "rosa" es también engañosa. En el hemisferio norte es habitual que la luna llena de cada mes reciba un nombre en particular que la identifique, es una tradición heredada de la época en que se dependía de la Luna y los astros para llevar la cuenta del calendario. Así, por ejemplo, a la luna llena de septiembre se la llama "Harvest moon" (Luna de cosecha) porque coincide con el equinoccio de otoño en el hemisferio norte, cuando la cosecha debía llevarse a cabo. La luna llena de febrero es la "Snow moon" (Luna de nieve) porque coincide con el momento más frío del invierno boreal. A la luna llena de abril se la denomina "Pink moon" (Luna rosa) porque corresponde al inicio de la primavera, cuando florece un tipo de planta en particular cuyas flores son de ese color. Desde hace no mucho tiempo, en los medios de comunicación hispanoparlantes han tomado la costumbre de traducir literalmente estos nombres sin explicar su origen ni aclarar nada sobre el significado de cada uno, y ése es el caso de esta "luna rosa". No es que la Luna se va a ver rosa ni va a haber nada diferente o fuera de lo habitual en esta luna llena en particular.

Dicho esto, la Luna siempre es linda e interesante para observarla, no hace falta andar inventándole pavadas para venderla ni esperar a que se produzca algún fenómeno celeste que no se repetirá hasta dentro de dos siglos. Salga hoy cuando se esté poniendo el Sol y la Luna se asome y dedíquese unos minutos a contemplarla, a identificar los distintos "mares" y características reconocibles de su superficie, que es mucho más gratificante.

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